Vidas

Lo compré en la librería del aeropuerto hace ahora un puñado de años. Por algún motivo —sé el motivo pero no les aburriré ahora con digresiones errabundas— lo extravié en el interior del avión, dejando su lectura por la página 30 o 40, la 50 tal vez. Recuerdo que un azafato, al atender una petición…